lunes, 7 de noviembre de 2011

EL CASO DE PABLO: ¿UN CASO REAL?


Pablo, nombre ficticio de un alumno de 15 años. Pablo nació en otro país de la unión europea. Su madre es española, su padre no. Hace tres años, sus padres se separaron y Pablo se vino a vivir a Madrid con su madre y sus hermanos, aquí tenían el apoyo familiar de los abuelos y tíos.
 Pablo asiste a clase en el instituto del barrio, el curso pasado recibía el apoyo del programa de compensatoria, se le atendía nueve horas semanales, en las que se trabajaban las asignaturas de lengua y matemáticas, Pablo, con este apoyo, evolucionó poco a poco subsanando  deficiencias que arrastra en su aprendizaje. Es verdad, que Pablo no alcanza ni alcanzará los objetivos que se exigen en la ESO; pero con estos apoyos Pablo está aprendiendo a expresar sus ideas y entender la de los demás, leer y comprender un texto, disfrutar aprendiendo y recitando poesía. En matemáticas, también ha adquirido destrezas que le permitirán resolver problemas y quizá algún día necesite para desempeñar un trabajo con cierta dignidad.
Lo más importante que Pablo recibe con estas clases es sentirse escuchado, animado, valorar sus pequeños aprendizajes. Todo esto en una clase masificada no es posible y como Pablo se siente frustrado, tiene un comportamiento disruptivo que no permite a los demás alumnos tener un ambiente adecuado en las clases, por lo que también estos están siendo perjudicados.
Por otro lado, la madre de Pablo tiene mucho interés en la educación de su hijo y colabora en todo lo que se le pide. El año pasado, en el IES había una profesora PTSC  que realizaba junto al tutor y a la profesora de compensatoria, un seguimiento con la madre dándole pautas para abordar sus dificultades. Esto repercutió en la disciplina del centro; porque en la medida que se mejoró el comportamiento de Pablo se mejoró el ambiente del centro.
Este año, en el instituto han reducido a media jornada a la profesora de compensatoria y han suprimido a la PTSC, con lo que  ya no hablará con Pablo cada vez que tenga un comportamiento desafortunado ni podrá estar en las reuniones con su madre  ni se entrevistará con la Jefatura de Estudios proponiendo estrategias que ayuden a mejorar el comportamiento de Pablo
¿Qué futuro le espera a Pablo? ¿Qué instrumentos le podemos ofrecer desde una escuela recortada que se ve obligada a negar los  recursos que atienden las necesidades de alumnos como Pablo?
Ahora Carmen no está y Pilar, la profesora de compensatoria, comparte su jornada laboral con otro centro. Pablo y su familia no podrán contar ni con el apoyo de la PTSC ni con el trabajo diario de Pilar.
 ¿Qué pasará con Pablo?

1 comentario:

  1. Gracias por el esfuerzo de clarificar la labor de los profesores de Compensatoria y PTSC, que a menudo resulta muy lejano para los que no se dedican a estos menesteres. El caso de Pablo es muy ilustrativo.

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