Esta madrugada escuché en un
programa religioso (sí, religioso, han leído bien) de RNE unas declaraciones del presidente de la
CONCAPA acerca de la situación que estamos viviendo en la enseñanza pública.
Declaraciones como: “En la educación
concertada , subvencionada con fondos públicos, trabajan más horas, ganan menos
y obtienen mejores resultados”, opiniones en torno a la implantación de la
asignatura de educación para la ciudadanía, según él, para “adoctrinar” a los
alumnos. Llamándonos en definitiva a la responsabilidad a los profesores para
no secundar la huelga convocada (véase el doc.). Afirmando que lo hay que hacer
es ilusionarse en la enseñanza y asumir responsabilidades en tiempos de crisis
como el que atravesamos, con tanto paro. Trabajar dos horas más no es mucho
pedir en estos tiempos en los que hay tantos ERES en el mundo laboral…Y así fue
desgranando unas cuantas opiniones más por el estilo, llamándonos a la responsabilidad.
Quizá se le olvida a D. Luis
Carbonel, que nuestra reivindicación va mucho más allá de las dos horitas de
marras, sino que por lo que luchamos es por una enseñanza de calidad, por no
tener clases hacinadas, por poder impartir las optativas que demandan nuestros
alumnos, por poder hacer las cosas como
Dios manda y como a nosotros nos gusta; ilusionándonos y poniendo todo el
esfuerzo del que usted habla, tal y como lo venimos haciendo en estos años. Se
le olvida también que los recortes afectarán sólo a la enseñanza pública, en la que se ahorrarán 80 millones,
mientras que 90 millones le serán dados en subvenciones a la privada pura y
dura. Tampoco he tenido noticia, por otra parte, de que se le vayan a recortar
las subvenciones a la concertada.
Indignantes también las
declaraciones de nuestra consejera L. Figar acerca de la enseñanza religiosa.
Miren, señores, yo trabajo en San
Blas, un barrio obrero de Madrid, en el que los alumnos no pueden ir a la
concertada (que no es realmente gratuita), ni mucho menos a la privada. Y en el
barrio contiguo de Las Rosas, concedieron terreno público para la construcción
de un colegio concertado adjudicado a un movimiento religioso, mucho antes que
poner una sola piedra para colegios públicos.
Y todo esto se lo dice una
profesora de la pública que se declara, hoy abiertamente:
- creyente, practicante y participante activa y comprometida en su comunidad parroquial (que, por cierto, no es sino un barracón de chapa y no un templo decente como tienen en otros barrios)
- pero también RESPONSABLE y ferviente defensora de una enseñanza pública, de calidad y LAICA.
Pocos alumnos y profesores saben
realmente cuáles son mis creencias (hasta ahora, claro), porque desde luego yo
no hago adoctrinamiento ninguno, sino que intento enseñar, educar y comprometerme desde
posturas más o menos objetivas y morales, el ser humano nunca es objetivo; pero me consta
que mis compañeros y alumnos me valoran por mis actitudes, mi ilusión y mi
esfuerzo, independientemente de mis creencias, en la pública y desde la pública.
Mis creencias entran
frecuentemente en contradicción con los prejuicios de los que me rodean, los
creyentes y los ateos, y eso hace que a veces no encuentre bien mi sitio.
Desde luego en este conflicto
tengo clarísimo dónde debo posicionarme. Como también tengo claro que si Jesús
fuera un muchacho del siglo XXI en la Comunidad de Madrid, sería un chaval de
San Blas, Carabanchel o Parla, que estudiaría un ciclo de carpintería metálica en un instituto público.
AMÉN.
Una compañera que te conoce y atestigua todo lo que dices está de acuerdo contigo y te agradece tu compromiso.
ResponderEliminarEugenia Gonzaléz.
Me estoy enamorando del IES Gómez Moreno y del Barrio de San Blas.
ResponderEliminarFirmado: Profesora interina en paro que se muere de ganas de volver a pisar un aula aunque sólo sea para poder trabajar al lado de gente con una profesionalidad y una integridad y ética personal y profesional como la profesora que escribe esta entrada.
Un fuerte abrazo y todo mi respeto y reconocimiento a la comunidad educativa del IES Gómez Moreno.
Pilar, mil gracias de una madre atea que cree en la pública y en quienes, como tú, la defienden.
ResponderEliminarMi hijo está en buenas manos y entre buena gente.
Creyentes, con la iglesia habéis topado.
ResponderEliminarGracias a todos los que habéis leído y habéis opinado y animado.
ResponderEliminarNo olvidéis que somos muchos así, aunque otros hagan más ruido... Dejémonos de prejuicios de un lado y de otro!
Besos