Los alumnos de 4º y 1º de Bachillerato volvieron ayer de Santa Susana (Gerona) sanos, salvos and very tired. La página de facebook del campamento ha sido un éxito de público y los padres han estado encantados. Hoy hacíamos en ella balance de nuestro viaje para los alumnos y profesores.
Os transcribimos la entrada:
DESPEDIDA Y CIERRA: LECCIÓN DE VIDA
Queridos padres y alumnos: ya estamos en casa, las lavadoras han
empezado a funcionar a tope, las horas de sueño se van recuperando poco a
poco, los padres quieren que les cuenten y los chicos están todavía en
estado de shock.
Ahora toca pasar y mirar fotos, “agregar decenas
de tuentis”, contar a los amigos (a esos sí)…, pero sobre todo habrá que
ir pasando las experiencias por la cabeza y por el corazón.
Un
viaje de fin de curso tan largo es una experiencia muy intensa para los
adolescentes que probablemente nunca olviden, tanto si les ha gustado
mucho como si no. Ellos viven todo con tal intensidad que el cóctel de
emociones, sensaciones y hormonas, les puede hacer reír y llorar en el
mismo minuto, enfadarse y abrazarse en los cinco siguientes o deprimirse
y animarse en una hora. Así son y así los queremos.
A nosotros,
los profes, nos gustaría contaros tantas cosas, evaluar con vosotros lo
bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo… pero no tenemos tiempo para
hacer sesenta tutorías personales y de grupo (y menos que tendremos para
este tipo de cosas con los "recortes").
Pero sí que os diremos
que esto es para ellos una LECCIÓN DE VIDA. Convivir en un bungalow con
cinco personas diferentes, algunas de las cuales me gustan y otras no,
me agradan o desagradan sus costumbres y su desorden, les hace ser
flexibles y tolerantes. Asistir a actividades, de las cuales, unas me
gustan y otras no, supone saber que en la vida unas cosas me van a
resultar más motivadoras que otras. Comer una comida distinta a la que
me ponen en mi casa y que no siempre me gusta, levantarme a una hora a
pesar de que no he pegado ojo y esto verdaderamente “tired”, obedecer
normas que no me gustan y a veces incluso me parecen estúpidas… todo
eso, queridos padres y alumnos, no es sino LA VIDA QUE LES ESPERA. La
diversidad que me cuesta aceptar, las obligaciones que me sobrevendrán,
la rutina que a veces me ahogará. Y desgraciadamente nuestros jóvenes
están poco preparados para eso que se llama ahora “tolerancia a la
frustración” y que les servirá para encarar el futuro y ser felices. Y
la vida es también compartir, divertirse, conocer gente nueva, descubrir
que ese amigo o amiga que apenas conocía es un tipo majísimo, que el
colega del curso de al lado me mola mogollón y que ese profesor tan
serio en clase en un cachondo mental. Todo eso y más es lo que les tiene
que quedar de este viaje, aunque ahora ellos sólo vean lo bueno y malo
de manera exagerada.
Para nosotros ha sido también una experiencia
intensa, una muesca más en nuestra vida docente, verdaderamente
vocacional. Porque en estos tiempos en los que la enseñanza está tan
denostada, los profesores tan mal vistos, calificados de vagos y de poco
comprometidos, un viaje como éste es un suicidio absoluto, que no se
entiende sino desde el compromiso y el amor a la vocación. Con esto no
pretendo que nos agradezcáis nada, sino que entendáis lo difícil que
puede llegar a ser un viaje como éste, en el que afortunadamente no ha
sucedido nada grave.
Hemos tenido de todo: enfermedades leves que
hemos curado con analgésicos, mimos y alguna visita al hospital;
momentos de bajón a los que hemos concedido la importancia que creíamos
que merecían y no más, con un mimito, pero también un empujoncito para
seguir y hemos tenido también problemas serios y MUY SERIOS. Lo
esperable en los adolescentes, no tiene que ser necesariamente lo
comprensible, ni mucho menos lo tolerable. Y nosotros hemos sido duros e
implacables con quienes hemos creído que lo debíamos hacer. La
responsabilidad que llevábamos sobre el grupo hacía que no pudiésemos
tolerar ni siquiera detalles que pudieran parecer “normales” en otros
contextos. En definitiva nosotros hemos sido profesores, policías (algo
que algunos padres puede que no entiendan y que nos reprochen), padres,
madres y colegas cuando nos dejaban y ellos querían. Los hemos tenido
encima de nosotros TODO EL DÍA, para pedirnos cosas, para contarnos su
vida y milagros, para reírse, para gastarnos bromas, para pedirnos (no
verbalmente) besos y mimos, y cada uno de nosotros hemos sabido estar
con un papel determinado y complementario.
Nos quedamos con las
risas de nuestros chavales, su agradecimiento que a veces expresan y a
veces no, y el verlos disfrutar, reír, llorar, cantar, gritar y
protestar. Eso es para nosotros nuestra mayor recompensa. No necesitamos
más agradecimientos.
Después de un viaje como éste, sucede como
con las madres en los partos después del sufrimiento, cuando dicen “Una y
no más”… Quizá también a nosotros nos pase lo mismo y volvamos a caer
como la madre primeriza, porque el verlos crecer y madurar nos da, como a
vosotros, muchas quebraderos de cabeza, pero también muchas
satisfacciones.
Quiero agradecer públicamente la sensatez, la
cordura, la responsabilidad, el buen hacer, la alegría, las bromas y las
risas de mis compañeros Fernando y José Manuel. Cada uno hemos dado lo
mejor de nosotros mismos, incluyendo los malos momentos que les hemos
hecho pasar a algunos.
Nos alegramos mucho de que esta página os
haya servido para estar en contacto, para verlos, para estar tranquilos y
para disfrutar con ellos y con nosotros.
Una vez recopiladas las
fotografías de nuestros móviles, de la cámara de José Manuel y si alguna
nos quieren mandar ellos, haremos un álbum en picassa y os pasaremos el
enlace. Desde allí podréis descargarlas fácilmente y con más calidad
que en el facebook. De todas formas muchas tienen el valor de la
inmediatez, más que el de la calidad.
Un abrazo para todos nuestros alumnos y para vosotros, padres.
FELICES VACACIONES.
José Manuel, Fernando y Pilar
Bienvenidos todos!!!
ResponderEliminarGracias por compartir la experiencia, Pilar!