En el Gómez-Moreno nos gusta celebrar todos los días especiales, y el DÍA DE LA PAZ es uno de los más significativos. Para que no nos pase desaparcebido os proponemos un poema de Pedro Bárcena.
Si alguien busca la paz yo le digo:
La paz no está en la noche ni en el sueño.
(La noche tiene ortigas que le hieren la espalda;
por el sueño transitan los espectros.)
La paz no está en los lagos solitarios,
ni en los tupidos bosques,
donde los vientos guardan sus secretos.
No está tampoco (aunque haya quien lo diga)
entre las tumbas. La paz no está en los muertos.
Ni en las montañas coronadas de nieve,
ni en los profundos mares.
Ni entre la multitud ni en el desierto.
Por la simple razón de que la paz no existe:
hay que crearla dentro.
La paz no está en la noche ni en el sueño.
(La noche tiene ortigas que le hieren la espalda;
por el sueño transitan los espectros.)
La paz no está en los lagos solitarios,
ni en los tupidos bosques,
donde los vientos guardan sus secretos.
No está tampoco (aunque haya quien lo diga)
entre las tumbas. La paz no está en los muertos.
Ni en las montañas coronadas de nieve,
ni en los profundos mares.
Ni entre la multitud ni en el desierto.
Por la simple razón de que la paz no existe:
hay que crearla dentro.
Texto sacado del BANCO DE TEXTOS. También remitimos en él al DECÁLOGO PARA CRECER EN PAZ.
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