En estos tiempos que vivimos, en los que casi tenemos que ir dando explicaciones sobre nuestro trabajo y agradeciendo el tenerlo, un poco de ánimo y autoestima también está bien. En estos tiempos en los que se nos llena el correo de información, de vez en cuando, merece la pena rescatar alguno para sacar pecho y sentirse satisfecho con lo que uno que hace.
Soy profesora, y me honro de serlo y me enorgullezco de mi profesión. Sí, tengo
dos meses de vacaciones y un horario de docencia directa bastante
denso.
Soy profesora, trabajo en el aula y fuera de ella y la gente no lo sabe y a mí
no me importa.
Sí señores, soy profesora, con oposición,
pertenezco al cuerpo de funcionarios.
Soy profesora y no discuto los días de descanso de los bomberos, ni los de los
funcionarios de prisiones.
Soy profesora y cuando voy al médico no le discuto su diagnóstico, sólo espero
que me cure.
Soy profesora y cuando voy a mi abogado no le
discuto de leyes, sólo espero que me defienda.
Soy profesora y cuando voy por la autovía, conduzco con confianza porque sé que
la diseñó un ingeniero de caminos.
Soy profesora y vivo en una casa tranquila, la casa que proyectó en su día un
arquitecto.
Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven
a decir que trabajo poco y mal?
Soy profesora y enseño cada día el camino a seguir
para conseguir las competencias de una profesión.
Soy profesora y recojo cada curso a un montón de chavales de los que aprendo
tanto como ellos de mí.
Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven
a decir que trabajo poco y mal?
Soy profesora
y trabajo cada día con personas sensibles y frágiles porque aún no han
alcanzado la madurez.
Soy profesora e intento inculcar trabajo, esfuerzo y dignidad para alcanzar el
éxito personal.
Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven
a decir que trabajo poco y mal?
Me bajan el sueldo, me suben las horas de
trabajo, me incrementan los alumnos en el aula…
Pero… ustedes ¿quién creen que
soy?
Gracias por intentar subirnos la autoestima compi.
ResponderEliminarLo has dicho "requetebien".
Un saludo.